El tema central en torno al cual se organizará todo el trabajo en el simposio del año 2012 será la educación para la participación ciudadana. Se trata, sin duda, de un aspecto de máxima actualidad en el contexto de la evolución de nuestros sistemas sociopolíticos. Como no podía ser de otro modo, este hecho tiene sus repercusiones en el plano educativo. En este sentido deben interpretarse tanto la relevancia de la competencia social y ciudadana en relación con todas las áreas del currículum (especialmente las de Ciencias Sociales), como, más concretamente, la inclusión del Área de Educación para la Ciudadanía, o las diversas iniciativas educativas de tipo no formal que han surgido en los últimos tiempos desde múltiples ámbitos de carácter tanto gubernamental como no gubernamental. Al hilo de estas iniciativas, ha surgido una nada despreciable cantidad de literatura de investigación que está conformando progresivamente un campo científico, con especialistas reconocidos a nivel tanto nacional como internacional, así como líneas de trabajo cada vez más claramente definidas, como es el caso de la “educación para la participación ciudadana”.
En este contexto, el contenido del simposio se articula atendiendo a tres ejes temáticos fundamentales:
– En primer lugar, nos planteamos la situación de los problemas actuales del mundo y de cómo la educación no puede permanecer al margen de los mismos. Desde esta perspectiva, una de las mejores aportaciones que puede hacer el sistema educativo, desde sus diferentes ámbitos, es la formación de ciudadanos auténticamente participativos, que sean capaces de dar respuestas creativas, críticas y comprometidas a los problemas que la sociedad les plantea desde la implicación y la corresponsabilidad en la resolución de los asuntos colectivos.
– En segundo lugar, y tomando como marco lo anterior, nos proponemos analizar las iniciativas que de hecho ya existen en relación con la educación para la participación ciudadana. Y esto tanto en el ámbito de la educación formal como en el de la no formal, ya que, aunque es evidente que comparten ciertos planteamientos, no lo es menos que cada uno de esos ámbitos tiene un carácter específico que requiere ser tratado de manera individualizada. Por lo demás, es interesante tratar los puntos de conexión entre ambos y el modo en que pueden enriquecerse mutuamente. Este análisis se realizará tanto desde la perspectiva de las experiencias como desde la de las investigaciones que se realizan en torno a este campo de conocimiento.
– En tercer y último lugar, pensamos que es necesario afrontar el problema de la formación del profesorado para la enseñanza de la participación ciudadana. Si bien es cierto que, como ya se ha dicho, son cada vez más numerosas las iniciativas de educación para la ciudadanía y para la participación, no lo es menos que el número de propuestas que pretenden consolidar la formación de los docentes en este terreno es mucho menor. Por lo demás, como pone de manifiesto tanto la investigación educativa como las demandas de los propios protagonistas, es evidente que la mayor parte de los docentes de los diversos niveles educativos carecen de una formación específica y sólida en el campo de la participación ciudadana. Desde nuestra perspectiva de docentes universitarios dedicados a la formación inicial y permanente del profesorado, este asunto nos parece de vital importancia si se pretende incidir en una mejora real y duradera de las propuestas educativas que se realizan en este ámbito.